El Feng Shui propone un análisis de la influencia que los lugares tienen sobre nosotros.
Además propone los medios para modificarla.
Como psicóloga, quedé sorprendida de la eficacia de esta herramienta.
Es por esto que me formé y lo utilizo para ayudar a las personas a resolver sus problemas/dificultades, y a realizar sus proyectos.
El Feng Shui, que significa literalmente « el viento y el agua », es un antiguo arte de 4000 años, de origen taoísta. Las recomendaciones del Feng Shui discurren de una minuciosa observación de las relaciones entre el humano y su entorno. Esta observación ha desembocado en fórmulas cuya veracidad hemos podido verificar y reverificar en el curso de los siglos. La premisa es que las personas se sienten mejor física y psicológicamente dentro de un entorno sano y armonioso.
Para ser cualificado como sano y armonioso, un sitio debe permitir que el “Qi” circule holgadamente, pero sin exceso. El “Qi” es la energía fundamental que anima todo, tanto a los objetos como a los seres vivientes.
Por ejemplo, del mismo modo que el agua puede ser interrumpida en su caudal y convertirse en estanque, el “QI” puede estancarse en una casa, principalmente por una causa de saturación... Por el contrario, puede pasar que “huya” del lugar y falte para sus habitantes, principalmente cuando las puertas de delante y detrás quedan una frente a la otra.
El Feng Shui no es, pues, un arte decorativo, a pesar de lo que afirma la concepción vulgarizada.
El Feng Shui establece, así, varias tablas de análisis de lugares, que son extremadamente interesantes cuando uno constata bloqueos en la vida de las personas.
Durante la formación que seguí, quedé positivamente impresionada por la concordancia entre la lectura que el Feng Shui daba a ciertos lugares (por ejemplo, “favorable para el viaje”, “riesgo de caer enfermo”, “desfavorable en los estudios de un hijo mayor”…) y el testimonio de los ocupantes de estos lugares.
Durante aquella formación estudiamos, en efecto, los apartamentos de los participantes. Es decir, el “diagnóstico” proporcionado por el Feng Shui se correspondía asombrosamente a la realidad vivida.
Las claves aportadas por el Feng Shui conciernen a todos los aspectos de la vida de una persona: estudios, carrera, amor, hijos, salud, prosperidad económica, reputación e incluso desarrollo espiritual.
Una casa, un apartamento o una oficina influenciarán de manera positiva o negativa en ciertos sectores de nuestra vida.
En función de la situación, el Feng Shui dispone de un conjunto de medidas. Unas reforzarán las influencias favorables (son los "amplificadores") y otras vendrán a oponerse a las influencias desfavorables (son los "remedios").
Esta “terapéutica” propia del Feng Shui se basa en la dinámica del yin y el yang y en las interacciones entre los 5 elementos.
Es tan compleja como el análisis del que procede y comporta distintos niveles:
- el estudio del ambiente externo (DI LI en chino)
- el estudio del ambiente interno (las estrellas voladoras o XUAN KONG FEI XING)
- el estudio del impacto que tiene la orientación de un edificio sobre sus ocupantes (BA ZHAI FA)
- el estudio de los 8 sectores simbólicos de la vivienda (los trigramas de LUO PAN)
Les ofrezco mis conocimientos sobre los lugares donde se desarrolla su vida para poder acompañarlos durante su proceso de cambio.